sábado, 16 de julio de 2011

Del más allá nos dice:

Lo incomprensible del Hombre es que no es conciente de que existe. Deambula desorientado, elucubra oscuras ideas y piensa que Mañana existe, hoy no.

Noto en sus ojos la tristeza del ser. Ninguno de ellos habla, sólo se mantienen en pie esperando aquello que los lleve a sus hogares. ¿No han mirado el cielo? ¡Mírenlo! es ficción, siendo.

Sueltan lágrimas y llora el animal que allí dentro espera, aguardan un cambio que disloque toda imagen de realidad. ¿Que otra ficción que aquello que los rodea? ¿No es acaso fantástico que todo esté allí?

La Nada los separa, miran igual de melancólicos a lo lejos, y mienten de forma descarada. Navegan en bastos mares imaginados que los tumba, atrapa y ahoga. Aparentan.

¿Hasta cuando?

viernes, 8 de julio de 2011

Al escritor argentino

Allí te conoceré, en el oscuro umbral del fin. Dentro acecha la luz. Tus anteojos marcan el rostro como túnel hacia lo desconocido. ¿Te encontraré más allá de lo que existe?

Me has dejado letras bellísimas, tan tristes que le desgarran a uno el alma, aceleran el pulso y cambian el enfoque hacia una absoluta sinceridad.

Cuando al este cae el sol y un barniz violáceo inunda las calles, recuerdo tu frase: “Ya no vive en el tiempo originario del ser sino en el tiempo de sus propios relojes”. Los rostros marcados de eternidad deambulan a sus hogares, desesperados; las vidrieras, con luces tibias por lo consumido, me muestran desde el interior aquello en que se ha convertido el hombre.

Es cuando dejo mi escondite. Supero el miedo de sus miradas y salgo a recorrer mi pueblo, a buscarte.