martes, 29 de noviembre de 2011
miércoles, 23 de noviembre de 2011
El cuerpo sintió la bala haciendo un agujero en la piel, metiéndose y agujereando. Un pedazo de cobre que traspasa y trae fin. El invento útil de la humanidad en las manos de Ignacio. El Humano que dispara, que se acerca al otro humano frío y viendo los ojos marchitarse, bebiendo los colores azules que presenta el entregarse al caos.
jueves, 17 de noviembre de 2011
El existir y la Nueva Literatura según Alfaro Alfieri.
Y la tarde, como todas las tardes, se comía el sol de a poco, lo encarcela con su bruma gris, mata la ciudad que parece desierta. El tiempo pasa como la mayoría lo piensa, y todos piensan rápido, así que la tarde viene rápido, como los pensamientos, como el tiempo. Hoy el tiempo vino rápido.
- Te extrañe- dice la mujer que lleva ropa rara y mira a los ojos al joven de ropa rara.
- Dame un beso - dice el joven de ropa rara y mira a los ojos a la mujer de ropa rara, es mayor que él. Pero no importa ya nada importa en este siglo, este siglo es para aquellos que cambiamos. Será recordado como el siglo de la cambiación. El humano, yo cambiomuevoexisto, como ayer, como hoy, como mañana. Existí, existo y existiré. Ellos no, no existen todavía, pero existirán; y sus ahuecados negros oscuros pardos ojos se llenarán de vida y alegría, porque nacerán y caminarán y harán. Nota mental: comprar lápices tipo 2B.
Yo camino por las baldosas gastadas del centro. Yo las acaricio con mi pie, las disfruto, siento sus cosquillas, su risa, y mis piernas se doblan al tocarlas y me impulsan hacia la próxima, así hasta que se acaban y empieza el cemento, y otra vez, pero con cemento.
Alfaro terminó de caminar y entró, estaba fresco, se puso el buzo negro, el azul lo dejó en casa.
Está oscuro.
-Vos, ¿Qué haces acá, no ves el cartel? no se puede entrar en esta área del bar.
- Perdón, no sabía. Vi libros y supuse que estaban para ser leídos.
- Esos no, esos de allá - y señalo atrás mío- sí, esos son para vos. Además esto es un bar, flaco. Si libros busca, puede usted visitar de al lado el negocio, allí encontrará usted Folcner y Yois,
- ¿y los libros para disfrutar?- dije.
- ¿Cómo? - me dice.
- Nada.
Salí y me metí al lado, al negocio de al lado, a la librería de al lado. Al lado del bar: la librería. Nota mental:
Y los tiempos
de nosotros
huyen.
El tiempo vuela, como dicen algunos, ami me agrada más decir: el tiempo está tieso como un hueso. En el existir no hay tiempo, hay existir. Es fácil. Dos más dos: existencia. No cuatro, lo abstracto es ilusión, la flor que crece muy pero muy despacio frente tuyo es existencia. No calculo la flor, abrirse la miro.
Lo malo no es la suciedad, sino la vista que ve la mugre.
domingo, 6 de noviembre de 2011
Cuento onírico y abierto Nº 1
domingo, 23 de octubre de 2011
sábado, 22 de octubre de 2011
jueves, 13 de octubre de 2011
Idea para cuento:
Se comporta, el Absurdo, como puente entre el lenguaje y el no lenguaje.
miércoles, 12 de octubre de 2011
En el ultimo ejemplo de este "relato" de estúpido humor moderno encontramos lo siguiente.
1) El Jueves pasado en la ciudad de Ringladesh (India) no llovió pero la gente caminaba despr
entonces las cuestiones son las siguientes, que, pero, ¡no no! ( 'No' dice el personaje secundario, el principal agita la mano mientras saluda a una bella mujer que pasa so
no es mejor perder nada, no es más mejor que menos mejor las mejores de los mejores.
y la diva
g
a
ción.
Unhermosotoromarrónqueseapoyasobrepastosquealolejosparecenverdesperoson,enrealidad,deunhermosoazulquenuncaseacabanuncaseacabanunacabanunnunnuntarara.
Capítulo I:
Aldolfo presenció de cerca todo el espectáculo, presenció de cerca todo el culo de Especta, la azafata rumana del avión donde viajaba.
Capítulo II:
Los ceniceros flotantes tan llenos de ácido de cigarrillo, de humo incrustado como luciendo diamantes, nos sonríen y provocan la mirada de fin puro y sexual. Así mismo los ruidos del viento golpeando, del frío entrante impregnado en las piernas, del agua caliente encerrada en algún edificio metálico al lado del suntuoso (quetuleladjetivo) cenicero que mira, por debajo, por lo bajo a a a Adolfo.
Te estoy hablando, mirame a los ojos, o mejor mirame los ojos, ¿ves?
Capítulo III:
Al prender el fuego, cenizas caen y tu rostro se apaga por el brillo del instante incendiado. ¿Que?
Que prendo un pucho, veo el fueguito y se me queda así como grabado y no veo un carajo.
Capítulo IV:
De la suposición (o del supositorio) sólo se encuentran grandes árboles marrones llenos de hojas de alguna plaza provinciana y metida en el continente de aguas llamadas mares que son verdes como puntas de piedra con anteojos oscuros que miran, como de un balcón la gente pasando y caminando con sus pantalones anchos y zapatillas raras coloreadas sobre veredas que también son vederas, siempre cuadradas, cantando al ritmo de la cadencia del poeta marica que nunca fue y nunca será, y nunca.
Y Rimbaud me sopla desde el fondo de la clase que La visión instantánea que nos hace descubrir lo desconocido, no en una lejana tierra incógnita, sino en el corazón mismo de la inmediato
Se planta sobre el libro, mira al lector y le dice: !Ficción ficción fricción fríxion!
Pero lástima, el personaje es diminuto y el lector no lo ve, corre la página y lo aplasta para siempre, siempre para, siemparapre.
jueves, 6 de octubre de 2011
Tenés el vaso
que es todos
los vasos
del mundo.
Agarra el vaso, bebe, deja, se va. No recuerda el vaso.
Eduardo
ve los vasos
y ve los
ojos de
los corazones.
Jueves 23 de Mayo:
Hoy caminé lentamente, pisando el piso, aplastando el piso con mi zapato. Talón, movimiento y punta del pie. Plash, y otro plash, a ritmo. Y vi el vaso, no el vaso en sí, sino la sensación que llamamos vasística. Vi en el árbol el vaso, o más bien el vaso en el árbol. Parejas jóvenes encarnadas en trajes que no, ami no me quedan, aunque ellos esperen solos en esas entradas. Solos con ellos, solos parejas. Que asco. El frío abierto y entre medio de él hay discusiones, leves voces que dos asquerosas personas, susurran.
Así sos - y Eduardo levantaba el vaso más que un vaso viendolo a contraluz con el brillo del sol matinal que escurre y resalta traspasando el ventanal- y asi vos - levantando el otro vaso, hermano del anterior y tan diferente, tan desigual - Tengo dos vasos.
Eduardo, ¿Vamos? le dice Agustina ya lista y preparada para almorzar en lo de los padres de Eduardo, es Domingo, y los domingos acostumbraban a no hacer eso. Si, pará, ¿qué vaso es más vaso? y los señala, un ojo se le cae por el cachete. Los dos son vasos, dale no te pierdas en todos lados y en ninguno, menos debajo del mantel, que lo lavé esta mañana, tiempo que, sabés bien, no nos sobra, sabés bien que cuesta, que yo, esposa tuya Eduardo, yo esposa tuya Eduardo, yo esposa tuya Eduardo, yo que lo arrebato, y salgo todas las noches a ganar el tiempo de cada día, a ganarlo entre mis manos, entre tantas de... y relojes también, y flores, y estos vasos.
Vamos, dale que mi vieja nos espera mujer.
Eduardo le pega al grito, bien fuerte, le pega y lo sacude. Le pega al grito hasta hacerlo sangrar. ¡Vamos hijo!, y un nene corretea desde la habitación por el pasillo hacia los brazos cerrados de Eduardo, que los abre, que lo abraza, que lo sube al aire.
Vamos dice Agustina, vamos dice Eduardo, vamos dice el minúsculo.
Y se van,
entre las
paredes, con poros
con ásperos
poros
que Joaquín,
el nene,
roza con sus yemas
mientras Eduardo,
el valeroso,
el fuerte,
lo lleva alzado
por el pasillo.
Y se van, porque mama-suegra-abuela espera.
El corazón dejando de latir, despacio en sus últimos suspiros, es como que quiere asomarse a una superficie a respirar. Pero, lástima, no hay tal superficie.
¿Amor? ¿estás bien?
Con desconcierto
a Eduardo.
y Eduardo deja de latir.
viernes, 23 de septiembre de 2011
André
Frase que, de forma posterior, ¿a que? al Tiempo, si, al mismísimo tiempo. Frase que posterior al tiempo (amí me parece raro ser posterior al tiempo, y más con una frase) aquel donde sucedió la conversación, que, si bien es un recuerdo sobre lo que fue un suceso, y talvez lo imaginé pero, o fue sólo mi sensación, o si, en verdad vi los ojos dilatados teñidos de rosa y de bordes opácos que de alguna forma u otra me hacía acordar a que era argentino y que estaba en mi cama, que ni siquiera había nacido y que mi hermano André, si bien es hermano porque lo quiero e imagino no lo conocí en ese lugar lleno de grandes pintoescritores algunos y falsos ególatras arruinamovimientos (Salvador, tus bigotes daban lástima, como tus pinturas que dejaron el amargo sabor del estúpido académico o sabiondo inútil que hoy recorre galerias y lee poesía defendiendo el 'arte' como completo banal esteta, que si todo fuese estética él moriría y si fuese teta no hablaría) y sólo lo conocí en un pasaje onírico que, sin embargo, André amaba tanto y de tal forma que me plantea la duda sobre si, al conocerlo en el plano de dormitar como un cerdo es 'más conocerlo' que si en "realidad" hubiese existido el momento de darle la mano, escuchar su frase, y tirarle de manera posterior una frase de mi autoría que él pondría en el famoso ya manifiesto y... sin embargo, pero.
domingo, 18 de septiembre de 2011
Ismael
Está eterno dice mama cuando lo ve así. Cuando Ismael cae en lo estático. Soy eterno, tan eterno como los recuerdos que me quedan, los del hogar, los de mi amada. El calor de hoy se siente a parra enroscada del jardín del hogar, donde el sol de verano se colaba y hacía formas extrañas en el piso. Si habré mirado aquellas sombras mientras los nietos jugaban a correr y dar vueltas, su abuela les gritaba que cuidado, que no me rompan las plantas, amaba a los crios ella, los amaba tanto. Yo también, hoy sólo los recuerdo a ellos, y a mis hijos no los reconozco, sólo a veces, de a ratos me doy cuenta que son ellos, que me están hablando, querés vino papá dicen. A veces mira las florcitas amarillas de los espinillos del parque, después nos mira con duda, no nos reconoce podés creer Miguel, que disparate. Está grande el viejo Inés, te quiero ver yo a esa edad. No es mío el parque, o no lo recuerdo, me culpan por no recordar, como si fuese fácil acordarse, como si fuese una obligación tener recuerdos, es tan basta la vida, tan grande el pasado. Hoy sólo quedan leves imágenes, alguna voz, colores y sol brillante de los tantos domingos. Los almuerzos al mediodía, con la familia, nos sentábamos todos, yo hacía el asado, lo recuerdo bien. Está lindo el fuego si no se apaga dice un viejo, y se le estaba quemando el rancho, le recitaba al nieto más chico y se reía el nene, se reía con sus ojos y volvía a jugar con autitos y barro ahí donde la parra nacía con sus curvadas raíces. La casa me lleva a vos querida, te recuerdo bien, mi compañera. Donde estarás pequeña, donde te fuiste, nos sacaron de casa por desconfianza, por miedo, y nos encerraron ahí en ese departamentito, para cuidarnos dicen. Pero nos hizo mal, nunca me gustó ese lugar, estábamos encerrados, pero juntos. No fue su culpa, los jóvenes deciden rápido, como lo hacíamos nosotros a esa edad, no los culpes. Después quedé solo, te fuiste con ese al que todas las noches le rezabas. Vos rezabas y yo miraba ese aparato siniestro con imágenes dentro, moderno, cuadrado, frío. Ahora quiero estar ahí, y sorprenderte mientras le hablabas a dios, abrazarte, acostarnos, en nuestra casa, el hogar de tantos años duros y hermosos. Vos y yo somos la familia, la hicimos nosotros. Ellos que ahora viven, que ahora son padres y seguro se equivocan y aman como nosotros, y se arrepienten de tantas cosas, ellos son nosotros. Son la tarde que te conocí en el campo, en aquellos pagos tuyos bien húmedos, pagos de hermanas, víboras y mucho calor. Donde quedaron esos días, que paseábamos por los puentes y mirábamos el río marrón, con playas de barro. Ahí donde ahora estás vos hecha ceniza, fluyendo con el líquido, ahora sos agua, ahora sos ríos y mares. Sos el mundo, siempre lo fuiste.
Fin
sábado, 17 de septiembre de 2011
miércoles, 14 de septiembre de 2011
Se enderezó, acomodó la hoja y miro el techo. A escribir, hay que escribir, hay que escribir porque sino... sino no se escribe. Y si no se escribe, el Mundo se destroza en miles de partes. Y después el nabo juntando los pedacitos, pegándolos con plasticola. Vos tenés la culpa Juan Manuel, vos despegaste el Mundo, estaba frágil, pero pegadito por lo menos, miralo ahora, no puedo ir a lo de mi cuñada, la Julia, porque esta todo despegado.
Y Juan Manuel pegó, pero antes durmió. Que sueño, que lindo es descansar después de un día cansador. Me cansó el día. Lo cansó el día. El día es una sustancia compuesta de tiempo que provoca cansancio a las personas que prueban de él. Y Juan Manuel probó, y probó mucho, y se hartó de los días. Me harté de los días, estoy cansado, quiero dormir, dormir hasta el fin, dormir, morir.
Me entrego, Dios, a tus designios, y Juan, ya cansado vió los árboles. El viento los llena de existencia, me susurran, me dicen, me dicen, me dicen, que todo está bien.
domingo, 11 de septiembre de 2011
jueves, 8 de septiembre de 2011
Chestov, Dostoievsky, Leonardo, Proust, Joyce, Borges, Kant, Sartre, Kierkegaard, Schopenhauer, Nietzsche, Leibniz, Rimbaud, Artaud, Valéry, Pessoa, Eliot, Kafka,Descartes, Mann, Stendhal, Holderin, Schiller, Flaubert, Baudelaire, Homero, Breton, Aragón, Montaigne, Unamuno, Cervantes, Hesse, Russell, Husserl, Balzac,Tolstoi, Bennet, Sócrates, Hegel, Hernández, Fernandez, Dreiser, Lewis, Camus, Poe (el metafísico lado de Poe), Arp, Goethe, Byron, Heine, Faulkner, Caldwell, Zola, Moliere, Huxley,Beckett, Hobbes, Tenysson, Sábato, Hume, Hesíodo, Dickens, Chesterton, Virgilio, Sófocles,Malraux, Spinoza, Thoreau, Diderot, Mauriac, Maupassant,
Vení a conocer
mi biblioteca
verás que son
las mismas
Y, ¿para qué?
Si lo eterno
no está en el Tiempo
no está en los Libros
La genialidad
se entre-siente
en las
emociones.
viernes, 2 de septiembre de 2011
domingo, 28 de agosto de 2011
sábado, 27 de agosto de 2011
viernes, 19 de agosto de 2011
Me habitué a mirarlo a los ojos mientras hablaba, un traspaso de emoción se generaba que le permitía expresarse mejor, lo creo.
Charlábamos todas las mañanas soleadas desde bien temprano, y cuando el Sol marcaba el mediodía nos deteníamos para cocinar, juntos.
Comíamos en silencio, siempre pensando.
Tienen sus ojos un oscuro agujero. Sus facciones lo representan, crean su forma. Pero sus ojos, la negra parte de sus ojos, me sacude violentamente. Mareado trato de entender aquello que me dice. Sólo admiro su profundidad.
Algunas palabras suenan bellas, pero no expresan nada. Se diluye su materia al poco tiempo de tocar el aire. ¿Que nombre lleva este personaje?
Dejé de imaginar y miré la ventana, no afuera, sino la ventana misma. Cuadro que encierra los colores del parque. Es una imagen fantástica, alrededor la blancura, y en el centro lo que está, aquello que Madre me enseñó como realidad.
martes, 16 de agosto de 2011
viernes, 12 de agosto de 2011
la Meta nada ocupa ante él
¿Acaso no están hartos de sufrir?
el miedo ante Destino se transforma en jugoso
elixir del sabio bebedor,
que borracho y con violines de fondo
se adentra hacia la escena, que es su vida,
que es tu vida humilde espectador,
y te abrazo tan profundo y con tan desesperado
amor, que palpitan como uno
nuestros frágiles corazones.
Ven, hermano mío
deja que te muestre ese elixir
el cual yo he probrado
el cual apasiona mi existir.
miércoles, 3 de agosto de 2011
y renacen del eterno espiral
huellas dispersas como agua de mar
Tiempo atrás bellas palabras del abismo
me sorprendieron sólo, indefenso
Empero, siento debajo de mi pecho
la incesante angustia de estar siendo.
Reclamo, ante los altísimos dioses
mi pagana esencia, rejunte de especies
de pueblos originarios, frívolos
occidentales y tenebrosos seres.
sábado, 16 de julio de 2011
Del más allá nos dice:
Lo incomprensible del Hombre es que no es conciente de que existe. Deambula desorientado, elucubra oscuras ideas y piensa que Mañana existe, hoy no.
Noto en sus ojos la tristeza del ser. Ninguno de ellos habla, sólo se mantienen en pie esperando aquello que los lleve a sus hogares. ¿No han mirado el cielo? ¡Mírenlo! es ficción, siendo.
Sueltan lágrimas y llora el animal que allí dentro espera, aguardan un cambio que disloque toda imagen de realidad. ¿Que otra ficción que aquello que los rodea? ¿No es acaso fantástico que todo esté allí?
¿Hasta cuando?
viernes, 8 de julio de 2011
Al escritor argentino
Allí te conoceré, en el oscuro umbral del fin. Dentro acecha la luz. Tus anteojos marcan el rostro como túnel hacia lo desconocido. ¿Te encontraré más allá de lo que existe?
Me has dejado letras bellísimas, tan tristes que le desgarran a uno el alma, aceleran el pulso y cambian el enfoque hacia una absoluta sinceridad.
Cuando al este cae el sol y un barniz violáceo inunda las calles, recuerdo tu frase: “Ya no vive en el tiempo originario del ser sino en el tiempo de sus propios relojes”. Los rostros marcados de eternidad deambulan a sus hogares, desesperados; las vidrieras, con luces tibias por lo consumido, me muestran desde el interior aquello en que se ha convertido el hombre.
Es cuando dejo mi escondite. Supero el miedo de sus miradas y salgo a recorrer mi pueblo, a buscarte.