domingo, 15 de mayo de 2011

Devenir

El Rey Inmortal encargó la construcción de un perfecto y extravagante reloj sobrecargado de Tiempo. Se organizó una pomposa celebración para mostrar al pueblo mortal la preciada obra de arte. Éstos quedaron impactados con la máquina que regía a la perfección cada instante de sus vidas.
Tal era la magnificencia del aparato, que Muerte, en el fantástico caso de vivir, hubiese envidiado aquella herramienta. Aunque más hubiese deseado la mortalidad del rey que nunca se adentrará en sus ensueños.
Al final de la festividad, el Rey Inmortal pronunció lo que para algunos fue un insulto.
Sobre el palco, sus labios cansados de existencia enunciaron lo siguiente:
"Ameno es el sueño cuando uno desconoce, anestesiado en su suave tranquilidad, su furioso significado"


Fin